VIDA DE UN ÍCONO: AGATHA CHRISTIE
Agatha Mary Clarissa Miller, conocida popularmente como Agatha Christie, nació en Torquay, Reino Unido. Era hija de un rentista de Nueva York que murió cuando ella tenía once años de edad. Recibió educación privada hasta su adolescencia y estudió canto en París.
Se dio a conocer en 1920 con El misterioso caso de Styles. En esta primera obra, que fue escrita mientras trabajaba como enfermera durante la Primera Guerra Mundial, aparece el conocido detective Hércules Poirot, al que pronto añadió en otras historias con Miss Marple, una astuta mujer de edad avanzada.
En 1914, se casó con Archibald Christie, de quien se divorció en 1928. Eso la llevó a sumirse en una gran depresión, que la hizo protagonizar una misteriosa desaparición: una noche de diciembre de 1937, su coche apareció abandonado cerca de una carretera, sin rastros de ella. Once días más tarde se registró en un hotel con el nombre de una amante de su esposo. Fue encontrada por su familia y se recuperó tras un tratamiento psiquiátrico.
Dos años después se casó con el arqueólogo Max Mallowan, a quien acompañó en todos sus viajes a Irak y Siria. Llegó a pasar mucho tiempo en estos países. Esas estancias inspiraron varias de sus siguientes novelas, como Asesinato en Mesopotamia (1930), Muerte en el Nilo (1936) y Cita con la muerte (1938).
Su estilo narrativo basado en el enigma por descubrir es increíble. Su talento para escribir diálogos, las sombrías motivaciones psicológicas de sus asesinos e incluso su respeto de la naturaleza humana la hacen una gran escritora.
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